octubre 3, 2022

Azuara Bikemaraton José Lahoz 2022

Por Miguel Roche (Principiantes) »

Azuara Bikemaraton 2022

AZUARA BIKEMARATON 2022

En Azuara organizan una carrera BTT que, debido al COVID, llevaba 2 años sin celebrarse. Este año se celebró el domingo 2 de octubre.

Román, compañero de Alazanes, envió al grupo el cartel que anunciaba la prueba. En la primera quedada en la que coincidimos le dije que, como es el pueblo de mi padre, igual me animaba. Dicho y hecho, nos apuntamos los dos a la corta.

Tenía cuatro objetivos, que ordenados de más a menos asequibles eran: acabar la carrera, no caerme, no llegar el último y entrar dentro del maillot de la AECC.

La mañana era fresca, pero con el chaleco cortavientos y el maillot de la AECC sería suficiente (objetivo superado). En el pabellón me encuentro con Román, que ya me estaba esperando, y nos preparamos para salir.

La carrera sale del pueblo y recorre durante unos 200 metros la carretera hacia Moyuela antes de coger un desvío a la izquierda que nos llevaría ya por caminos. En la primera de las rampas, con algo de piedra suelta, un ciclista que iba delante de mí se tuvo que detener al patinarle la rueda trasera. Debido al corto espacio entre los dos, yo fui el siguiente en echar pie a tierra. Con tanta gente que venía por detrás me costó bastante volver a subir a la bici, por lo que perdí de vista a Román y no lo volvería a ver hasta que acabase la carrera.

Tras unos 12 km de pistas, llegamos a la primera de las sendas del recorrido. La había inspeccionado la tarde anterior y hoy lo hago con más seguridad, bajando incluso rampas que ayer bajé a pie. Al final de una de ellas, me encuentro con varias personas que están ayudando a un chaval que se ha estampado contra un almendro.

Tras esta senda, la carrera vuelve a pasar por el pueblo y bordeando el río se dirige hacia el pinar. Mi previsión era que hubiera unos 15 km de terreno fácil y con poco desnivel, pero a los 5 km el trazado se desvía hacia la izquierda para subir una senda que, según el track que había colgado en la web, debería haberse recorrido a la vuelta. Fue la única senda que pude subir completa sin bajarme de la bici.

El terminar de bajar la senda, me esperaba un trazado de unos 7 km por un terreno muy desagradable, con constantes baches y piedras (circula por la llanura de inundación del río Cámaras) e incluso un campo recién arado, cuyo dueño había tenido la amabilidad de dar 3 o 4 pasadas con su tractor para crear un par de rodadas por las que pudiéramos circular. 600 metros de campo: toma nota, Paco.

Dos minutos después de salir del campo llego al primer punto de avituallamiento. Seguidamente, la tercera senda del recorrido, corta pero fuerte. En 5 km subo y bajo esa senda y otras dos más, a una velocidad promedio ridícula. Las subidas son fuertes y las bajadas complicadas. Más tarde Román me dirá que se ha llevado un susto en la zona que llaman los toboganes.

A esta sucesión de subidas y bajadas le sucede una senda estrecha, con ligera pendiente descendente, que va tan cerca de de los pinos que hay que tener cuidado con no pegar con el manillar. Terminado este tramo, afronto la subida a la penúltima senda del pinar, que hago a pie en su primera mitad.

Otra nueva senda me espera nada más bajar la anterior y de nuevo, tras el primer derrape, pongo pie a tierra. A mitad de subida la senda confluye con un camino y veo que al menos esa parte la puedo hacer montado. Al llegar arriba alcanzo el segundo avituallamiento.

A partir de aquí el terreno es mucho más amable, por pistas y caminos del parque eólico. Después del suplicio que he sufrido en las dos últimas horas, la moral sube. Aunque todavía me faltan 15 km para terminar, voy como una moto.

A 5 km para llegar, diviso el pueblo. Poco más tarde alcanzo la senda de la Atalaya, la última de la carrera. Casi al final de la senda están ayudando a una chica que ha sufrido un resbalón, quedando su bici en mitad de la senda y ella 3 metros ladera abajo. Según comenta, era su segunda caída del día.

Termino de bajar la senda y enfilo hacia las cuevas. Tras bajar al río y cruzarlo, entro al pueblo por el sur para llegar a la línea de meta.

Ya en el pabellón me dispongo a pedir una cerveza y me encuentro con Román, que había llegado casi 40 minutos antes. Nos dan de comer carrilleras guisadas con guarnición de arroz y me enchufo media botella de vino con gaseosa. Entrega de trofeos y sorteo de regalos, donde tenemos dos amagos de un infarto cuando nombran dos veces a Román pero nunca a nuestro Román (¿cuántos hay?).

En resumen: recorrido muy duro y muy por encima de mi condición física y habilidad sobre la bicicleta. Sólo 168 de más de 400 hemos terminado alguno de los dos recorridos. Llegué sin un rasguño y 4º por la cola, así que todos mis objetivos se cumplieron.


WEB DE LA XI EDICIÓN AZUARABIKEMARATÓN 2022


Gracias Miguel por contarnos el día…

¡Nos vemos en los caminos!

3,14